¿Qué tan libre sos de elegir?
Las decisiones razonadas, no siempre son razonables.
La mente es sólo una parte de lo que hay que amalgamar para que uno pueda elegir o decidir con todo su Ser en armonía. Si las decisiones de la mente no incluyen al corazón, a la tripa, a la intuición, no logran unificarnos detrás de lo que nos proponemos lograr. Sólo una parte empujará hacia un lado y el resto de nosotros en otra dirección. Para ser eficaz en tus objetivos, hay que amigar todas nuestras partes primero.
Aprende cómo es la forma precisa en que tú tomas las decisiones, que es diferente a la de todos los demás. La mejor manera es hacerlo vivencialmente, con un guía que te refleje tus propios procesos mientras los vas haciendo en tiempo real. Si te cuesta decidirte, o no estas conforme con las elecciones de vida que has hecho para tí, aprovecha la oportunidad del próximo retiro en La Pedrera, sobre LA DINAMICA ENERGÉTICA DE LAS DECISIONES.
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