¿Sabías que en los últimos 4 meses llevamos hechas casi 600 sesiones individuales de ZEN SHIATSU en la maternidad del hospital de niños Pereira Rossell?
Siendo el más grande hospital público de niños del país, el Hospital de la Mujer recibe a la mayor cantidad de madres embarazadas y recién nacidos en situación de vulnerabilidad, por lo que la demanda del personal que allí trabaja es muy intensa. En la medicina, más allá del burnout (o síndrome de desgaste ocupacional) hay una nueva denominación: “compassion fatigue” (fatiga de la compasión) que describe al personal de la salud que pierde la sensibilidad en el trato con los pacientes. La incidencia de esta nueva sintomatología en el personal de la salud, todavía no ha sido medida formalmente en este hospital, pero el mismo personal siente los efectos, aunque no se lo llame aún de esa forma.
Cabe decir que el nacimiento de un bebé, es quizás el momento más delicado de la vida del niño y de la madre, por la extrema vulnerabilidad de ambos y por la posibilidad de complicaciones extremadamente traumáticas que pueden marcarlos para el resto de la vida. Si hay una etapa en la administración de servicios la salud, que requiera de la mayor sensibilidad posible, seguramente sea esta. Por eso nuestro interés en hacer las intervenciones aquí. En mis experiencias pasadas dando sesiones de Zen Shiatsu en hospitales de Nueva York con pacientes de cirugía de corazón abierto, las áreas de cuidados críticos es donde más cuenta lo que hacemos y donde más se necesita.
A partir de la invitación de la jefa de enfermería del departamento de Neonatología (Soledad Nuñez), diseñé un programa de intervención directa e inmediata, enfocada en “cuidar a los cuidadores” (algo de lo que se habla mucho pero que no siempre tiene una bajada concreta a la realidad).
Con un equipo de colegas, ex estudiantes de mi curso de formación profesional en Zen Shiatsu (una terapia corporal japonesa que usa presión con los dedos en diferentes puntos del cuerpo para restablecer el equilibrio energético), comenzamos en setiembre de 2019 a dar mini-sesiones de 20 minutos al personal de la salud de este departamento, DIRECTAMENTE EN SU LUGAR DE TRABAJO. Es decir, que los médicos, nurses, enfermeras, auxiliares, personal administrativo y de limpieza de todas las áreas de neonatología, (incluyendo CTI, Cuidados Intermedios, salas de nacer, etc.) , se toman unos minutos dentro de su turno para recibir una sesión de Zen Shiatsu, sentados en una silla.
Por más que están entre las incubadoras, monitores, areas de aislación, etc., se logra que en poco rato se relajen, enfoquen y vuelvan a su trabajo despejados y renovados.
Algunos han recibido sólo una sesión, pero otros vuelven cada semana a recibir la suya porque ven el beneficio no sólo en el momento, y en el trabajo, sino que venimos constatando que algunos han bajado el consumo de analgésicos drásticamente, se han librado de dolores crónicos, notan que han mejorado el ánimo, mejoran la calidad de su tiempo libre, sus vínculos personales en el hogar y vienen al trabajo con mucha mejor disponibilidad. Se ha constatado también que el ambiente de trabajo ha mejorado notablemente, ha aumentado la solidaridad y la cohesión de grupo en el departamento. La comunicación se ha vuelto más fluida y si bien se han suscitado conflictos dentro del departamento en casos puntuales, la resolución ha sido rápida y satisfactoria.
En las últimas Jornadas de Neonatología l director del departamento (Dr Daniel Borbonet), dedicó varios minutos de su presentación para hablar de nuestro proyecto y los efectos positivos que está teniendo en muchos niveles.
Con el apoyo de la Federación Europea de Shiatsu, estamos tratando de diseñar un estudio científico para medir estos efectos cualitativos y tener un registro formal de los cambios que todos venimos observando.
Este programa lo realizamos íntegramente de forma voluntaria como parte de la Fundación Canguro, que ha venido realizando una tarea extraordinaria durante las 24 horas, los 365 días del año, para dar nutrición emocional a los niños que no pueden recibirla de sus madres, por diferentes razones. Gracias a la iniciativa de su directora Pamela Moreira, las personas voluntarias de esa organización también reciben entrenamiento específico para mejorar la calidad del contacto con los bebés, con técnicas basadas en el Zen Shiatsu que apuntan al toque compasivo y empático.
Mi próxima meta es la formación de nuevos practicantes de Zen Shiatsu para ampliar los horarios que ofrecemos en el hospital y replicar esta experiencia en otras organizaciones públicas o privadas, de forma que al humanizar el entorno laboral, se multiplique la generación de cambios en la salud y la calidad de vida de las personas.
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