“Consumo menos cosas, comprar por comprar dejó de ser interesante y ya no necesito salir tanto para entretenerme. Ahora me llevo mejor con los míos, conmigo misma y me di cuenta que todo lo que necesito esta al alcance de mi mano, no tengo que salir a buscar nada fuera de mí.” Cuando una persona esta arraigada, conectada con la energía de la Tierra, se siente “plantada”, estable, “cómoda en sus zapatos”, satisfecha y no hace falta buscar fuera de uno lo que nos sostiene y nos da plenitud. Es un verdadero alivio y uno se siente en paz.
¿Te suena como un cliché? A mi también, por eso me gusta que lo que enseño no se quede en palabras, sino que pueda ser experimentado de manera que no quede duda alguna de lo real que es. Cuando se tiene esa sensación de arraigo, es irrefutable y es instantánea. Te cambia la perspectiva y uno empieza a ver las soluciones por uno mismo, de una manera natural y relajada.
Este sábado, es el único taller de El Poder del Arraigo en Montevideo en lo que queda del año. Haremos ejercicios sencillos que cualquiera puede hacer para encontrar ese poder que ya está en ti. Sólo hay que dejarlo actuar.
