Desde hace más de 4000 años, hay textos que describen puntos y canales en la superficie del cuerpo, que tienen características especiales y se usan para la sanación.
En la acupuntura china y el shiatsu (Japón) están alineados exactamente como lo describen los antiguos mapas de los meridianos. Cada uno de esos puntos tiene una cualidad específica, que al ser estimulado con el tacto, agujas, o calor, activa el reflejo de una función relativa al órgano correspondiente y generan una reacción curativa.
En la tradición de la India, esos mapas se referían a otros puntos llamados chakras, una palabra que en sánscrito quiere decir “ruedas”.
Esas ruedas, vórtices, o espirales energéticos que se forman en el cuerpo también tienen cualidades específicas y se han usado durante miles de años para resolver problemas de diversa índole física, emocional, mental y espiritual.
Cada punto de acupuntura es un chakra en sí, es decir vórtices donde se puede acceder a una corriente energética específica en el cuerpo.
La Tierra es un ser viviente y también tiene puntos de acceso a su energía sanadora.
El sistema de la medicina tradicional china o india, se basa en agudizar los sentidos para dejar aflorar la intuición, a través de la cual se puede registrar informaciones sutiles, tales como las ubicaciones y los efectos de estos puntos y corrientes. Nosotros podemos hacer lo mismo, entrenando nuestra intuición, para hacer como los rabdomantes, por ejemplo, que son las personas que encuentran los puntos donde hay acceso al agua subterránea. Es un sistema que va más allá de la lógica tal como la entendemos en occidente, pero que se basa en efectos muy concretos. No hace falta nada especial para aceder a esta información y los animales lo hacen instintivamente.
Así como hay chakras en el cuerpo, hay chakras en la Tierra.
Uno puede darse cuenta de esto cuando llega a un lugar y se siente muy bien inexplicablemente. Lugares hacia donde sentimos una atracción y nos sentimos bien al estar allí, son generalmente vórtices expansivos. Es decir, lugares que emanan una energía que nos nutre y nos sostiene. Otros son vórtices contractivos, donde sentimos que en vez de recibir, perdemos energía.
Esta dinámica se da con mucha variedad de diferencias en pocos metros cuadrados, en cualquier parte del territorio. Es además la base del Feng Shui, el arte chino de sanar el espacio para vivir en armonía con el entorno.
En lugares donde hay aguas termales, es donde aflora una de las cualidades energéticas curativas de la Tierra. Se cultiva su uso desde el tiempo de al civilización Romana y antes también. Pero hay algunos lugares donde se reconoce que aflora un poder mayor. Stonehenge, Machu Picchu, la plaza de San Pedro en el Vaticano, Jerusalem, la mayoría de las iglesias importantes de Europa, Washington DC, la ubicación de la mayoría de los obeliscos y los tótems del mundo, las pirámides de Egipto y México, La Mecca, etc., son lugares donde hay importantes vórtices expansivos de la Tierra y cuyos efectos van más allá de la curación del cuerpo físico. Muchos se han usado como bases del poder político o religioso, ya que la energía que emana de allí es tan potente que da un aire de conexión con la divinidad, a quien lo sepa controlar.
Hay lugares que por su naturaleza vibran diferente que otros y ejercen una atracción especial y son lugares de peregrinaje, como el camino de Santiago que une varios chakras importantes de la tierra, con la ciudad de Santiago de Compostela en España. El cerro Uritorco en Córdoba, Argentina, el Monte Shasta en California, Yellowstone, Hawaii y muchos más, son polos de atracción por su energía natural.
En Uruguay, las sierras de Minas tienen un gran atractivo energético y esa es la razón por la cual se ha construído un monasterio budista allí.
El Valle del Hilo de la Vida donde los indígenas nativos de la zona contruyeron estructuras de piedra que marcan vórtices, es otro de los lugares especiales de Minas, al punto que en un cerro aledaño recientemente se construyó un hotel en un lugar específico donde hay un vórtice muy potente.
El hotel Cerro Místico se construyó con la idea de aprovechar las cualidades curativas del lugar. El hecho que el cerro tiene una gran cantidad de cuarzo, también favorece actividades como retiros de meditación. La Aurora, entre Salto y Paysandú, es otro lugar de gran atractivo energético a nivel mundial.
Los chakras importantes del planeta están cambiando, como cambia todo en los seres vivientes (recomiendo ver videos de Matías Di Stefano sobre este tema), pero también es posible sentirle el pulso energético al lugar donde uno vive y ver cómo cambia, en ciertos momentos o lugares.
Los retiros que organizo anualmente en La Pedrera, otro lugar energéticamente especial, los hago aprovechando los chakras que se forman en la naturaleza y enseño a las personas a descubrir en dónde están y cómo se mueve la energía en cada uno de esos chakras. Es algo que todos podemos hacer y realmente no hace falta ninguna experiencia previa.
En la segunda parte de este artículo daré algunos ejercicios simples que cualquiera puede hacer para descubrir y conectarse con la energía de un lugar.-