En nuestro lenguaje, una persona “con los pies en la tierra” es una persona que sólo cree lo que ve, lo que puede tocar, que planifica, es precavida, metódica, que no sale de los parámetros que conoce, que no toma riesgos. En términos energéticos, es una persona que se mueve en el plano material; pero esa no es la parte más importante. Lo que es interesante observar, es que la expresión “con los pies en la tierra” generalmente describe a una persona estructurada, y la estructura es generalmente lo que usamos cuando NO tenemos conexión con la Tierra. Es un sustituto del verdadero sostén, que viene de abajo, de las raíces, igual que los árboles. La estructura, por otra parte, es paralela al piso, esta sostenida en la repetición; depende del orden preciso, de la rigidez, la separación de tareas y cosas, del razonamiento y consume energía mental. Es generada por nuestra energía personal, que es finita, por lo que termina por agotarnos eventualmente, si queremos mantener la estructura funcionando a la perfección.
El verdadero arraigo, el enraizamiento, va más allá de uno mismo. Es una fuerza infinita que se renueva y nos renueva cada vez que la contactamos. Viene del calor del centro de la Tierra, es activa, poderosa, cálida y todo lo une y lo conecta. Entra a nuestro cuerpo a través de los pies, y simboliza a la madre; la Madre Tierra. Unificando todo, nos relaja instantáneamente, ya que enseguida sabemos dónde estamos y cual es nuestro lugar en relación al Universo, del que nos sentimos parte indivisible. Nos lleva al único momento posible y real: el Ahora. Allí no hay miedo ni incertidumbre, sólo sostén, apoyo, empatía y comunicación con todo lo que existe. Nos libera de la tiranía de la mente, porque no hay razonamiento que la contenga. El único interlocutor posible para escuchar lo que nos dice, es la intuición.
Entonces, en términos energéticos, una persona “con los pies en la tierra”, en realidad es una persona “bien plantada”, enraizada, sólida y estable, gracias a la relajación que le da la confianza de saber que en cada lugar que está, está en “su lugar en el mundo”.-
Activa tu Chakra Raíz, y date el permiso de ocupar tu lugar en el mundo.
El sábado 6 de junio en Montevideo: taller El Poder del Arraigo
info@diego-sanchez.com